miércoles, 30 de septiembre de 2009

LIBERAN A LA INDIGENA JACINTA; "NO GUARDO RENCOR", CONTRA MIS ACUSADORES...


JACINTA LIBRE DESPUÉS DE 3 AÑOS DE INJUSTO ENCARCELAMIENTO SEPTIEMBRE 17, 2009.


Liberan a la indígena Jacinta; “no guardo rencor contra mis acusadores
Amealco, Querétaro.- La indígena Jacinta Francisco Marcial, quien fue liberada esta madrugada del Cereso femenil de esta ciudad, dijo no guardar rencor contra quienes la acusaron del secuestro de seis elementos de la AFI y la mantuvieron tres años presa.
En entrevista en su casa, a la entrada de Santiago Mexquititlán, municipio de Amealco, Jacinta, acompañada de su familia, señaló que nunca olvidará los tres años en el Centro de Readaptación Social (Cereso), pero pensará en eso como un sueño”.
Lo que me dolió mucho son mis familiares, porque mis hijos nunca me dejaban sola; cada visita, los días miércoles y domingos, iban con su bolsita a formarse una hora y me dolió mi familia”, apuntó.
Acompañada de su esposo Guillermo Francisco, hijos y sobrinos, Jacinta anticipó que habrá fiesta por su regreso, pero después de que mañana dé una rueda de prensa en la Ciudad de México.
Señaló que junto con la libertad, deberá asumir el costo de los abogados privados, como Raúl Olvera Ochoa.
“Me dicen que no me preocupe, pero cómo no me voy a preocupar si a veces nomás comían tortilla para poder juntar y tener dinero para ese abogado”, que nomás me engañaba, que un mes, dos meses, que ya va a salir y nunca hizo nada”, aseguró.
Ante medios estatales, Jacinta dijo que perdonó a los agentes y se mostró contenta por recuperar la libertad, al tiempo que agradeció el trato que recibió en prisión, que no atentó contra sus derechos.
“Yo no tengo ningún rencor a ellos. Solamente Dios sabe por qué hace las cosas, que Dios los perdone”, subrayó.
Confió que sus compañeras indígenas Teresa González y Alberta Alcántara, acusadas por el mismo delito, podrían salir en libertad la próxima semana, por tratarse del mismo caso.

EL CASO DE JACINTA, ACUSADA INJUSTAMENTE DE SECUESTRO.

PERSISTEN GRAVES DEFICIENCIAS DEL SISTEMA DE JUSTICIA: EL CASODE JACINTA FRANCISCO MARCIAL, ACUSADA INJUSTAMENTE DE SECUESTRO

  • Jacinta Francisco Marcial, mujer indígena otomí fue acusada y sentenciada injustamente en Querétaro, acusada del secuestro de seis agentes de la AFI.


  • En su caso persisten graves desigualdades del sistema de justicia como la falta de acceso a un traductor y la negación de su derecho a la presunción de inocencia.


  • El Centro Prodh demanda una actuación guiada por el más estricto respeto a los derechos humanos que restituya a doña Jacinta su libertad y reconozca su inocencia.

El 19 de diciembre de 2008 fue sentenciada injustamente en la ciudad de Querétaro la mujer indígena otomí Jacinta Francisco Marcial. Se le acusa, junto con Alberta Alcántara y Teresa González, de haber secuestrado a seis agentes de la Agencia Federal de Investigación (AFI) durante hechos ocurridos el 26 de marzo de 2006 en la comunidad indígena Santiago Mexquititlán, del municipio de Amealco, Querétaro. Las pruebas empleadas para acusarla son insuficientes. Por lo contrario, su inocencia se encuentra plenamente probada y sustentada.


--- HECHOS---

El 26 de marzo de 2006, seis elementos de la AFI, sin identificarse como tales y sin portar uniforme, llegaron al tianguis de la plaza central de Santiago Mexquititlán. Despojaron a varios comerciantes de sus mercancías con lujo de violencia, alegando que se trataba de “piratería”. Los tianguistas afectados exigieron a los agentes su identificación y la exhibición de la orden que avalara su proceder; estos se negaron. La tensión aumentó y varios comerciantes afectados comenzaron a protestar.
El jefe regional de la AFI y el agente del Ministerio Público de la Federación en San Juan del Río, Querétaro, que acudieron al pueblo para dialogar con la gente afectada ofrecieron pagar en efectivo los daños ocasionados por los elementos de la AFI. Para esto argumentaron que debían trasladarse a la ciudad de San Juan del Río para conseguir el pago, por lo que ordenaron a uno de los agentes que permaneciera en el pueblo, como “garantía” de que regresarían. Éste, según testimonios, durante el tiempo que se quedó en el pueblo estuvo comunicado y jamás fue violentado en su integridad física. El incidente terminó cuando, el mismo día alrededor de las siete de la tarde, todos los elementos de la PGR que habían participado en los hechos dejaron la comunidad, después de haber acordado con los comerciantes la entrega de una cantidad correspondiente a los daños causados.
Fue hasta el 3 de agosto de 2006, cuando la señora Jacinta Francisco Marcial fue llevada, con engaños, a la ciudad de Querétaro. Allí, al ser presentada ante los medios de comunicación, se enteró de que la acusaban, con otras dos mujeres, de haber secuestrado a los agentes de la AFI durante los hechos ocurridos en marzo del mismo año. A la fecha, dentro del proceso se le condenó a 21 años de prisión y dos mil días de multa.

Tras un minucioso proceso de documentación, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro (Centro Prodh) asume su defensa integral.



POSTURA DEL CENTRO PRODH


El caso de Jacinta Francisco Marcial muestra una vez más las deficiencias del sistema de justicia, las cuales tienen efectos que son sufridos con mayor intensidad por las mujeres indígenas debido a la triple discriminación de que son objeto: por ser indígenas, por ser mujeres y por ser pobres. Doña Jacinta ha sido víctima de violaciones a sus derechos humanos debido a que los órganos encargados de impartir justicia han vulnerado sus garantías procesales. Jacinta Francisco Marcial nunca tuvo acceso a un intérprete o traductor y se le negó el derecho de presunción de inocencia. En su caso, salen a relucir también las deficiencias de un modelo de justicia en el que subsisten elementos inquisitivos, como la preponderancia de las pruebas desahogadas por el propio Ministerio Público, que generan desigualdad procesal.
Su caso pone también de relieve la aplicación de tipos penales como el secuestro para procesar a quienes tienen alguna participación en manifestaciones en la vía pública. La señora Jacinta no participó en las acciones de los comerciantes, sin embargo es claro que la respuesta punitiva del Estado constituye una represalia a la manera en que los tianguistas se defendieron de los abusos de los agentes de la AFI, como ha sucedido en casos similares de protesta.
En el actual contexto de temor e inseguridad, dominado por las voces que exigen endurecer las sanciones para disminuir la delincuencia, el caso de doña Jacinta muestra la proclividad del sistema de justicia a imputar a personas inocentes, cuya situación es agravada por su condición étnica o de género, delitos que despiertan el mayor repudio social.
Frente a la vulneración de los derechos humanos de Jacinta Francisco Marcial, el Centro Prodh considera que el magistrado que resolverá sobre la apelación presentada el 22 de diciembre de 2008 tiene en sus manos la posibilidad de revertir las irregularidades existentes en el proceso y ordenar la inmediata excarcelación de Jacinta Francisco Marcial. En este sentido, demandamos una actuación guiada por el más estricto respeto a los derechos humanos que restituya a doña Jacinta su libertad y reconozca su inocencia.




SE REVISA EL CASO DE JACINTA
Miércoles 15 de Abril de 2009


Jacinta Francisco Marcial es la mujer otomí que en el año de 2008 fue condenada a 21 años de cárcel y a apagar una multa de dos mil días de salario mínimo, después de haber sido acusada, junto con otras dos mujeres, de haber secuestrado a seis agentes de la AFI cuando llevaban a cabo un operativo de levantamiento de discos pirata en el mercado de Santiago Mexquiquitlán en Querétaro.

Tras la sentencia y su consecuente apelación, el día de hoy se emite el comunicado de que el magistrado del Tribunal Unitario del Vigésimo Segundo Circuito repondrá el procedimiento porque encontró inconsistencias en las declaraciones de los policías, de los testigos y de la propia Jacinta, por lo que se deben aclarar dichas inconsistencia para conocer la verdad histórica y llegar a sí a la verdad legal.

El caso de Jacinta fue puesto en los reflectores públicos por el periodista Ricardo Rocha, lo cual, creamos con fervor, no fue el motivo por el cual el magistrado decidiera revisar el caso, sino que se trata de una decisión en aras de la justicia en México.

Y mientras se revisa el caso de Jacinta, nos podemos preguntar ¿qué pasó con

Sebastiana?
Fuente:
Consejo de la Judicatura Federal

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¿USTED SE CREE ESTE CUENTO? .... PUES EL JUEZ QUE LE HA HECHADO 21 AÑOS, SI.

REPORTAJE: Jacinta Francisco Marcial, otro caso de la Justicia Mexicana.

JACINTA FRANCISCO MARCIAL, OTRO CASO DE LA JUSTICIA MEXICANA.

Diversos grados, niveles y distinciones. Se ha dicho que los más pobres de los pobres son los indígenas, pero los más pobres de los pobres de los indígenas son las mujeres indígenas.
Esto viene a tema con motivo del sonado asunto judicial de que se han venido ocupando los medios esta semana. Se trata de Doña Jacinta Francisco Marcial, mujer mexicana por añadidura indígena de la región de Mexquititlán en el Estado de Querétaro.
Estuvo presa por mas de tres años como otro caso típico de nuestra justicia y que pone de manifiesto la manera como opera la aplicación del derecho en este país.
Tiene interés en una averiguación previa practicada por el Ministerio Público Federal, las cosas se sesgan del lado de la arbitrariedad, el abuso y la corrupción. Al respecto tenemos muy fresco el caso de Acteal en donde fue necesaria la intervención de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para deshacer el entuerto y soltar a algunos de los acusados y sentenciados.
En que el Estado tiene algún interés jamás son integradas con apego a derecho. Es el caso de Jacinta Francisco Marcial se le acusó de haber plagiado a seis agentes de la AFI, con motivo de un operativo de decomiso en un tianguis de mercancía "pirata".
Los agentes federales irrumpieron perfectamente armados y se dedicaron a secuestrar la mercancía que vendían los indígenas. Esto calentó los ánimos y se originó un conato de gresca, que finalmente se atemperó cuando los agentes federales y los comerciantes ambulantes decidieron dialogar en un local. Ya en su interior se encendieron los ánimos y finalmente ya no se dejó salir a los policías federales del AFI armados hasta los dientes, del local en que se dialogaba, los agentes federales fueron a rescatar a sus compañeros de manos de las señoras indígenas que los tenían secuestrados, lo que fue suficiente para nuestros jueces tipificar los delitos de secuestro y privación ilegal de la libertad.
De vendedores ambulantes y además indígenas y además, lo que es peor: mujeres, se les consignó ante juez federal. Uno se pregunta: ¿Por qué no se castiga con igual rigor y celo punitivo a los cientos de asesinos que andan descabezando mexicanos, asaltando casetas y locales policíacos y levantando a todo tipo de autoridades ministeriales, jefes de policíacos y ex jefes de Policía?
Una zona llamada de confort en donde habitan y desplazan con toda tranquilidad miles de mexicanos que a diario violan las leyes. En nuestras narices vemos y sabemos repetidamente de la comisión de delitos y no existe autoridad que les aplique la Ley.
De los medios, las injusticias llegan a ser atendidas. Son los medios con su terca insistencia los que logran levantar el velo que cubre algunos expedientes amañados y pletóricos de dislates jurídicos.
Una maldición nos ha caído en este país desde los tiempos de la Conquista y hasta nuestros días, de que en México jamás de los jamases se podrá administrar la justicia en los términos de la Ley y que las leyes no se aplicaran nunca por igual a todos.
Indígenas presos. Por lo pronto ya soltaron a doña Jacinta después de haber sufrido más de tres años en una cárcel mexicana (que ya es sufrir) con un simple: "Usted dispense"... y ya.
Por lo pronto ella ya los perdonó.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

“prisionera de conciencia”



Cronica de una injusticia:

Jacinta Francisco fue detenida con engaños por el ministerio público, pues fue llamada a declarar por podar un árbol, desde entonces permanece en prisión...

Un 26 de marzo del 2006, en un pequeño pueblo, de Queretaro, llamado Santiago Mexquititlan, empieza un caso peculiar, cual pelicula mexicana llena de drama y suspenso, una mujer indigena otomi de nombre Jacinta de 44 años de edad en ese entonces, junto con dos mujeres mas; Alberta Alcantara y Teresa Gonzales , privaban de su libertad a 6 miembros de la agencia federal de investigaciones (AFI), y si se combertian con ese echo atros en unas secuestradoras, y claro, la justicia con el rigor acostumbrado se disponia a actuar.



Pero, que habia de singular en esta historia, en donde no engranaba, por que se combertia Jacinta y estas dos mujeres mas en un emblema de las anomalias del sistema judicial mexicano; una respuesta clara, preciza, dura, cual era en si el verdadero delito de estas mujeres, fue su condición de género, su identidad étnica y sus circunstancias sociales de marginación, que las inculpo, con pruebas sin fundamento, y versiones contradictorias, un juez llamado Rodolfo Pedraza, las condena a 21 años de prision, acabando con ello, talvez la ilucion de estas mujeres, pero el espiritu de libertad y el valor de saberse inocente, hace que jacinta llame la atencion de organizaciones internacionales a favor de los derechos humanos, como el caso de Amnistia Internacional, o de la Organizacion Mundial Contra la Tortura, fue el echo de la multiple violacion de los derechos humanos que se realizo encontra de estas feminas, al enjuiciarlas sin pruebas refutables, fue la magnitud de un caso que confirma desafortunadamente la vulnerabilidad de los indígenas, y en particular de las mujeres indígenas, quienes sufren con mayor intensidad los fenómenos de exclusión y de marginación del sistema de justicia.



Hoy despues de tres años de carcel, despues de tres años de sufrimiento, despues de tres años de ser participes de una conspiracion nuevamente del sistema de justicia mexicana, hoy Jacinta recupera su libertad, una libertad prometedora, que no cierra sino comienza un camino de lucha a favor de los derechos humanos, "ahora puedo reir" se oye de su propia voz con un sentimiento de dolor y coraje, tres años que nadie se los repara, por un delito de secuestro que nunca se adjudico, en donde no fue un error simplemente fue una decision mal tomada.
Lo que nos queda claro es que la excarcelación de alguien que como ella ha estado injustamente detenida debe ir acompañada por una reparación integral, que incluya una rehabilitación y una adecuada compensación por el daño causado, así como también por la no repetición de hechos como los cometidos contra ella.



"jamas hubo secuestro"






Yo alprincipio no sabia lo que era secuestro






Yo soy pobre, no tengo nada que pagar

viernes, 18 de septiembre de 2009

ONG se congratulan por caso Jacinta

Critican la decisión de la PGR de no presentar acusaciones contra Jacinta, pero sí contra las otras indígenas presas

Los Centros de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez y Fray Jacobo Daciano se congratularon con la decisión de la Procuraduría General de la República (PGR) de presentar conclusiones no acusatorias en el caso de la indígena Jacinta Francisco Marcial, indígena presunta secuestradora de un grupo de agentes federales. 

Sin embargo, criticaron que la decisión de la PGR no fue extensiva para Teresa González y Alberta Alcántara, dos indígenas acusadas por los mismos delitos y con las mismas pruebas. 

Manifestaron que dicha acción supone el reconocimiento de la inexistencia de pruebas contundentes y legales en contra de Jacinta y significará eventualmente, una vez cerrada la instrucción, su excarcelación sin cargos. 

"La presentación de conclusiones no acusatorias no conlleva el acceso a la justicia que la gravedad del caso merece", indicaron. 

En un comunicado, destacaron que al no presentar las pruebas acusatorias se reconocen los vacíos legales que tiene el sistema de justicia. 

"En los casos de graves violaciones a derechos humanos, la excarcelación de quien está injustamente recluido es sólo un componente de la justicia, la cual debe incluir también, entre otras, la reparación integral del daño causado y la no repetición de los hechos. No está de más recordar que Jacinta ha pasado más de tres años en prisión por un delito que no cometió. Nos preocupa también el hecho de que la decisión de la PGR no contemple la liberación de Alberta y Teresa, acusadas y procesadas con las mismas pruebas ilegales", dijo. 

Señalaron que continuarán con las acciones legales para lograr la pronta excarcelación de las tres indígenas pues nunca se llevó a cabo ningún secuestro.

http://www.eluniversal.com.mx/notas/624137.html

jueves, 17 de septiembre de 2009

¿La justicia acaba Vidas?


les dejamos este articulo muy interesante, cruel pero interesante!


Organismos nacionales e internacionales de derechos humanos exigieron al gobierno mexicano una compensación para la indígena otomí Jacinta Francisco, que pasó tres años en prisión bajo cargos de secuestro y que fue liberada luego que las autoridades admitieron "dudas" sobre su culpabilidad.
"Estoy muy contenta porque ya estoy libre", dijo Jacinta Francisco Marcial, un día después de haber dejado la cárcel desde la que atrajo la atención nacional e internacional por irregularidades en un proceso penal por la que fue sentenciada a 21 años de prisión.
"Yo ni sabía qué era secuestro", recuerda la mujer otomí de 46 años, originaria del estado central de Querétaro, y quien aprendió español en la cárcel a la que entró en 2006 y en donde "yo no dejaba de llorar" porque nadie le creía que era inocente.
El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro (Centro Prodh), que asumió su defensa, y la organización Amnistía Internacional (AI) celebraron su liberación, pero señalaron que ahora las autoridades deben repararle el daño causado y sancionar a los responsables de lo que calificaron como un "injusto" encarcelamiento.
El director de AI en México, Alberto Herrera, dijo que el caso de Marcial es "un emblema de cómo funciona el sistema de impartición de justicia", en el que se procesa a indígenas "por motivos de conciencia e identidad".
Andrés Díaz, abogado del Centro Prodh, dijo que aún evalúan si inician un proceso legal contra las autoridades judiciales y de la Procuraduría General de la República (PGR).
La indígena fue acusada de secuestrar en marzo de 2006 a seis agentes federales que participaron en un operativo contra el tráfico de drogas y la piratería en un mercado público de Santiago Mexquititlán, un poblado del estado de Querétaro y a más de 190 kilómetros al noroeste de la ciudad de México.
Una de las pruebas para acusar a la indígena, una vendedora de agua de sabores, fue una fotografía de un diario local en la que apareció el día del operativo, aunque al paso de los meses su defensa demostró la inconsistencia de las pruebas y diversas contradicciones en los testimonios de los agentes.
La mujer, acompañada de su esposo y dos de sus hijos, comentó que ahora volverá a vender agua para reanudar su vida en libertad.
"Sí, voy a volver (a vender agua), no tengo otra cosa qué hacer", dijo entre sollozos al recordar su vida en prisión.
En la cárcel aún permanecieron dos indígenas más, también acusadas del secuestro de los agentes.
La PGR señaló el miércoles que sólo hubo dudas en el proceso a Marcial, no así sobre las otras dos indígenas, aunque el Centro Prodh advirtió que insistirán en que también sean liberadas.

INSTITUCIONES A FAVOR DE LOS DERECHOS HUMANOS


Las instituciones gubernamentales o no gubernamentales en materia de DERECHOS HUMANOS son de suma importancia para el mundo entero, ya que su labor contribuye al respeto de las garantias individuales de cualquier individuo en cualquier parte del mundo.


El CENTRO DE DERECHOS HUMANOS FR. FRANCISCO DE VICTORIA O.P. A. C., es una de estas organizaciones civiles que se han encargado de luchar por el reconocimiento de los DERECHOS HUMANOS en MEXICO; sin fines de lucro, independiente de cualquier partido o filiación política, constituida como una Asociación Civil. Nos caracterizamos por mantener una visión integral de los DH, desde una posición crítica pero que asume su responsabilidad en la construcción de un Estado plural, diverso, laico y democrático.

El primordial objetivo de esta organizacion es lograr un mundo y un país en los que todas las personas formen una comunidad solidaria y vivan en una cultura de paz y respeto de la dignidad de todo ser humano y sus derechos fundamentales, a partir de una concepción integral de los derechos humanos.


jueves, 10 de septiembre de 2009

¿Quienes somos?


Hola!!

Este es un blog creado por jovenes emprendedores de la Benemerita Universidad Autonoma del Estado de Puebla, nuestra primordial mision es hacer un seguimiento de aquellos casos que son marginados por los derechos humanos, y que sin duda son de alta calidad moral su repercucion en la sociedad. Esperamos cumplir con las espectativas que nos hemos planteado.